
Tiene veintinueve años y ya ha publicado su primera novela. Es rondeño de nacimiento y marbellí de adopción. Trabaja como profesor de inglés y escribe en sus ratos libres. Sobre sus aspiraciones literarias, lo tiene claro: “No aspiro a recibir ningún Premio Planeta, sino a que otros disfruten de mis historias tanto como lo hago yo”.
¿Qué es La sombra del ayer?
Es mi primera novela. Una historia de suspense en la que el lector no solamente va a encontrar una historia de intriga sino que va a encontrar una historia de amor, de familia, de asesinatos, de ambición y traiciones.
¿Una radiografía de la idiosincrasia española?
Sí. Son rasgos de la personalidad humana. Todos hemos sentido alguna vez ansias de venganza, ambición y ese tipo de sentimientos.
La historia arranca con la muerte de una ricachona algo meapilas. ¿Qué diría ella de la retirada de la Santa Misa de TVE?
Le daría un sincope, armaría un auténtico escándalo y se manifestaría en todos lados. No lo toleraría, porque es una mujer profundamente intransigente y autoritaria.
Y usted, ¿es de misa diaria?
No voy a misa. No creo en la Iglesia pero tampoco estoy de acuerdo en retirar la Santa Misa de una televisión pública y que funciona como un servicio al ciudadano. Al igual que se producen series y se invierte dinero en otro tipo de programas, no veo que haga ningún mal destinar dinero a eso.
La protagonista del libro es una detective más rara que un perro verde. ¿Le costó encontrar inspiración para crearla?
Para nada. De hecho, esta detective es el reflejo fiel de varias personas que conocí muy bien y de las que tomé sus rasgos más destacables, tanto en la personalidad como en el físico.
¿Para ser escritor hay que ser un tostón?
No necesariamente. Aunque muchos de los escritores que tienen tanta fama y prestigio, con novelas reconocidas internacionalmente, me parecen un aburrimiento.
¿Su novela es el libro gordo de Petete?
Es una novela extensa pero creo que tiene todos los ingredientes para mantener atrapado al lector hasta el último capítulo. En cada uno de ellos sucederá algo que te hará querer seguir leyendo más y más.
¿Le parece muy leído nuestro Parlamento?
En general, creo que faltan horas de lectura, pero también horas de estudio y cultura.
¿Qué tiene Ronda que no tenga Polopos?
No conozco Polopos, pero seguro que es maravilloso. Ronda es una ciudad mágica, con siglos de historia a su espalda, acogedora y me parecía un lugar que se prestaba a ser escenario de una historia como la mía. Si Ronda no hubiera existido, quizás nunca habría encontrado la inspiración para escribirla.
¿Le nombraron ya hijo adoptivo?
No, todavía nodo. Pero todo llega, ¡je, je!
Dicen que leyendo su libro es fácil visualizar secuencias o escenas de película. ¿Lo comparte?
Podría ser. Creo que la historia podría funcionar en cine o televisión. Tiene elementos muy atractivos para esos medios como son la intriga, el asesinato, el amor, etc.
¿A quién ve dando vida a sus personajes en la gran pantalla?
Para Amalia Galván, Blanca Portillo lo haría genial. Antonio Velázquez y Carmen Maura, dos actores que me encantan, tendrían seguro un papel relevante en esa historia.
Dice que empezó a escribir el libro por placer y sin pensar en llegar a publicarlo. ¿Qué le diría a todos aquellos que operan al contrario?
Que cambien su actitud. Que disfruten del arte de escribir, independientemente del éxito que alcancen. La pretensión solo genera frustración.
Dice que Agatha Christie ha influido mucho en su libro. ¿También heredó de ella su gusto por la toxicología y su caligrafía ilegible?
Bueno, ¡mi caligrafía es horrenda! En cuanto a los envenenamientos, de momento no, aunque no falten ganas a veces, [risas].
¿En qué nuevo lío se meterá ahora?
De momento, quiero disfrutar del resultado final de La Sombra del ayer. Hay un proyecto por ahí, protagonizado por Amalia Galván, que aún debe esperar un tiempo.
Este domingo 19 de marzo el autor presentará su novela en FNAC Callao.