Serena ‘versus’ Serena

SerenaWilliams

París se rindió este sábado a los pies de Garbiñe Muguruza. Todos los focos estuvieron puestos este fin de semana sobre la carismática tenista hispanovenezolana. Con solo 22 añitos, se coronaba como Reina de París, logrando su primer gran título tras una espléndida actuación. Pero la otra cara de la moneda fue Serena Williams, que volvía a perder otra final de Grand Slam, la segunda ya este año. Ahora muchos se preguntan qué está pasando para que la número uno mundial parezca incapaz de alzarse con un nuevo torneo grande. ¿Podemos hablar del fin de la Era Williams? ¿Le han perdido el miedo sus rivales? ¿Será capaz de conseguirlo antes de retirarse?

Cuando el partido de este sábado acabó, Serena atendió a la prensa y explicó sus sensaciones durante el encuentro, sin escatimar, eso sí, en elogios hacia la campeona. «No soy de las que siempre ponen excusas y digo algo como ‘Oh, mi aductor me estaba doliendo’, o lo que sea. Creo que al final del día no jugué el juego que tenía que jugar para ganar y ella sí lo hizo«, comentó en la rueda de prensa.

Hasta este sábado, el último duelo entre la española y la americana había tenido lugar en julio de 2015, durante la final de Wimbledon. Ese encuentro supuso el debut de Muguruza en una gran final y, en esa ocasión, Serena se impuso con claridad en dos sets para ganar el que sería su título número 21 de Grand Slam. El último hasta la fecha. Mientras tanto, y en los meses transcurridos desde entonces, tres mujeres han ganado sus primeros títulos grandes: Flavia Pennetta, en el Abierto de Estados Unidos del pasado año, Angelique Kerber en el Abierto de Australia de este año y ahora Muguruza en París. Estas dos últimas, derrotando a Williams y demostrando que ya no le tienen miedo. Conocen los puntos débiles de la americana y han comprobado que sus golpes no son tan letales como antaño y que se le puede ganar.

¿Con qué otras dificultades podría estar encontrándose la americana? Por un lado, está el tema de la edad. Es evidente que, a sus casi 35 años, Serena se encuentra en la recta final de su carrera y su recuperación entre un partido y otro no es tan rápida como antes. Esto, unido a los problemas físicos que arrastra desde hace tiempo, motivó que la americana optase por dosificar su actividad en el circuito, centrándose en las citas importantes. De hecho, en lo que va de año tan solo lleva disputados cinco torneos. Y en su calendario para lo que queda de temporada apenas figuran otros siete, incluyendo la cita olímpica y dos de sus citas preferidas: Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. “Creo que a mi edad no necesito jugar 12 torneos. He estado en la final en tres [Australian Open, Indian Wells y Roma] de los cuatro que jugué. No me siento como que necesito jugar cada semana. […] Mi objetivo es hacerlo bien en los Grand Slam”, aseguraba hace unas semanas.

La falta de motivación podría ser otra de las razones que explicase la aparente apatía y desidia de Williams. Ella, que es bastante activa en las redes sociales, se ha pasado los últimos meses publicando fotografías que poco tienen que ver con su trabajo en la pista. Mucha fiesta y baile, mucha reunión y colaboración con celebrities y mucho acto público y mucha falta de rodaje. Tampoco es de extrañar que el tenis haya podido pasar a un segundo plano en su vida, teniendo en cuenta que lleva más de dos décadas dedicándose a la práctica profesional de este deporte.

También se habla mucho del estado anímico de Serena, tras su derrota en la semifinal de la última edición del Abierto de Estados Unidos ante la italiana Roberta Vinci. Ese parece haber sido un punto de inflexión. Y es que, en un partido bastante atípico, la máxima favorita al título cedió ante una sorprendente y acertada Vinci. Aquello supuso un mazazo para la jugadora de Michigan y podría haberle hecho perder algo de confianza en su juego y posibilidades.

En esto, todo sea dicho de paso, los medios de comunicación han tenido algo que ver. Desde hacía tiempo, se venía hablando del ‘reto’ de Serena. Es más, no se hablaba de otra cosa cuando se publicaba algo sobre la tenista. Y, claro está, la tenista ha tenido que gestionar el estrés y la presión externa por su posibilidad de igualar a la alemana Steffi Graf en esos 22 títulos de Grand Slam que suponen un récord histórico (Margaret Court ganó 24, pero 13 de ellos fueron antes de la Era Open). Aunque ella suele comentar que no siente tal presión y que la mencionada gesta no le influye a la hora de jugar, lo cierto es que la número uno encadena varias derrotas inesperadas desde que se viene hablando del asunto.

Tanto es así, que la menor de las Williams parece haberse convertido en su principal rival y enemiga. Una especie de Serena ‘versus’ Serena permanente, que no deja de crear expectación a su alrededor con cada encuentro que disputa (o no). Consiga o no batir el citado récord, está claro que Serena es capaz de todo y que aún dará guerra. No en vano, ha disputado 27 finales grandes, de las que solo ha perdido seis. Por eso, y pase lo que pase, disfrutemos del juego de esta leyenda viva mientras sea posible. Ojalá que por mucho tiempo. Larga vida a la Reina.

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